En abril de este año, la Escuela de Medicina de Harvard llevó a cabo la "música como medicamento: El impacto de las armonías de sanación". Llegando a estas conclusuiones:
1 La música es buena para la salud
Para sentirse bien escuchando una canción, sus disminuciones de la presión arterial, así como la frecuencia cardíaca y la liberación de hormonas del estrés. Además, los estudios muestran una considerable mejora en los pacientes que utilizan la terapia musical para el tratamiento de: depresión (mejor estado de ánimo y el control emocional); de Parkinson, apoplejía y enfermedad de Alzheimer (mejora de las respuestas motoras, especialmente el habla).
2 La música mejora la memoria
Sabes que cuando una canción suena en la radio (de hace mucho tiempo) ha sido su música favorita, y que llevas tanto tiempo sin escuchar, piensas que no conoces la letras, pero al final la terminas cantando entera? Se trata de la idea de que la doctora Anne Fabiny aborda en el seminario para hacer un análisis del documental "Alive Inside" (Vivo En el interior) 2014 que utiliza la musicoterapia en el tratamiento de pacientes con demencia, al escuchar una lista de reproducción personalizada por miembros de la familia, el cerebro es estimulado para asociar la música con algún recuerdo pasado que se abrirá la puerta para acceder a otras memorias (incluyendo el habla y los movimientos).
3 La música mejora la capacidad del cerebro
Los investigadores especulan que escuchar música ayuda a organizar el disparo de las células nerviosas, que actúa como un "ejercicio" o "calentamiento" que permiten un procesamiento más eficaz de la información para la determinación de la capacidad de concentración y el enfoque.
4 La música es un aliado de los músculos
El ritmo de la música influye en la velocidad de reacción del cuerpo a la actividad física, es motivar a levantar un poco más de peso, correr unos minutos más, o para relajarse y alargar. Por un lado tenemos ninguna evidencia de que la canción está directamente relacionada con el desarrollo de los músculos, en el otro, es un combustible clave en el momento de la actividad física.
5 ¡Quién canta los males espanta!
Sí, esta afirmación es cierta y justificada! Mientras cantamos, varias áreas del cerebro se activan, incluyendo, regiones responsables del movimiento, la concentración, la memoria, por no hablar de los beneficios para la salud ya mencionadas en el punto 1. En contra de lo que piensa, grandes variaciones tonales aumentan la posibilidad de adquirir oído absoluto (más fácil de almacenar e identificar los sonidos y tonos). Así que la próxima vez que alguien se queja de su canto desafinado, justifica su contribución al desarrollo neurológico - literalmente, las cosas son la cabeza y no el audífono!
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