¿Los coches de hidrógeno son el futuro?


Toyota lo tiene claro: el futuro no está en el coche eléctrico sino en la pila de combustible. Por eso ha bautizado a su primer coche de hidrógeno fabricado en serie como Mirai ("futuro" en japonés) y con él quiere situarse a la vanguardia en el terreno de la movilidad a medio-largo plazo.

Toyota parece tenerlo claro, las ventajas del hidrógeno frente a los enchufables son numerosas y consistentes: ofrecen el doble de autonomía de media, se recargan en mucho menos tiempo (similar al de un coche con motor de combustión en una gasolinera) y no necesita de grandes y pesadas baterías, toda vez que la pila de combustible actúa como una central eléctrica en la que se genera la energía.

Además, la reacción no emite más que agua por desecho y el hidrógeno podría incluso ser extraído a través de energía renovable, lo que lo convertiría en un coche 100% limpio. El hidrógeno no es, pues, una fuente de energía sino lo que se denomina un vector energético, ya que se precisa de energía para obtenerlo pero esta es después devuelta en forma de energía eléctrica. ¿Cómo se obtiene el hidrógeno?

Los obstáculos al hidrógeno.
 
¿Los grandes obstáculos? En primer lugar, el desarrollo de la infraestructura, pues el coche de hidrógeno no puede ser recargado en una estación casera, como el eléctrico, sino que se necesita la instalación de costosas hidrogeneras al modo de las estaciones de servicio actuales y ello conlleva una importante inversión que no está claro quién debe asumir. Otra barrera, no menos importante, es su precio, todavía superior al de los coches eléctricos.
 
Además, aún es grande el margen para que mejore la tecnología, algo que Toyota quiere fomentar mediante la liberación de las patentes de su Mirai, en un movimiento similar al que hizo Tesla con su Model S para impulsar el coche eléctrico. Y poco a poco van surgiendo nuevas ideas en este terreno: al ya existente Hyundai Tucson de pila de combustible se unirán próximamente proyectos similares por parte de BMW, Honda o Nissan.

Tecnología ambiciosa.

El Toyota Mirai es, pues, un coche híbrido propulsado por la combinación de dos tanques de hidrógeno de alta presión y un motor eléctrico. Esta tecnología forma parte del ambicioso plan de Toyota, que desde hace una década y media despunta como líder en coches híbridos, para acabar completamente con los vehículos de gasolina y diésel para 2050.

Su capacidad para reducir, según los cálculos de Toyota, hasta en un 70% el nivel de emisiones de CO2, ha llamado la atención de algunas administraciones y, por ejemplo, Alemania o Japón ya han comprometido importantes incentivos para esta tecnología a medio-largo plazo.
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